Estás en casa, el calor no da tregua, y lo primero que haces es encender el. Pero ¿cómo usarlo para estar cómodo sin sentirte en el Polo Norte? La temperatura ideal del aire acondicionado en verano ronda entre los 24°C y 26°C.
No es un número elegido al azar. Compañías especializadas en soluciones de control de climatización y eficiencia energética aseguran que este rango permite refrescar el ambiente sin disparar el consumo eléctrico ni generar cambios bruscos en tu cuerpo.
Sí, bajar más la temperatura enfría más rápido, pero también sube el recibo de luz y te puede dejar con la garganta irritada o un resfriado innecesario. A veces el calor no se combate con más frío, sino con un equilibrio inteligente entre temperatura, humedad y circulación de aire.
Cómo usar el aire acondicionado en verano sin malgastar energía
Hay quien piensa que el aire solo se trata de encenderlo y ya. Pero hay formas muy distintas de aprovecharlo mejor, sobre todo si el calor pega fuerte y el uso se vuelve constante.
- Configura el modo adecuado. Algunos equipos tienen modo “eco” o “auto”. Actívalos para que el aparato se regule según la temperatura del ambiente y no trabaje de más.
- Revisa los filtros. Un filtro sucio no solo disminuye el rendimiento, también contamina el aire y exige más energía para enfriar.
- Aprovecha la ventilación cruzada. Deja una ventana ligeramente abierta en un cuarto opuesto al aire, así facilitas la circulación natural del aire fresco.
Si tienes cortinas gruesas o persianas térmicas, úsalas para evitar que el sol caliente el espacio donde tienes el equipo. Cuanto menos calor entre, menos tendrá que trabajar tu aire. Así el motor durará por más tiempo y tú disfrutarás de mayor comodidad sin tener que subirle cada hora.
A cuánto poner el aire acondicionado en verano si estás todo el día en casa
Si trabajas desde casa o simplemente te toca pasar muchas horas en interiores, ajustar bien la temperatura puede cambiar completamente tu experiencia diaria. Estar todo el día con el aire prendido no es lo mismo que usarlo unas horas por la noche.
Cuando el uso es prolongado, es mejor mantener una temperatura constante de 25°C. Si vas subiendo y bajando el termostato, no solo gastas más electricidad, también haces que el sistema se esfuerce innecesariamente.
Además, conviene evitar que el aire te dé directo. Estar expuesto constantemente puede resecar los ojos, causar tensión muscular o irritar la garganta. Lo ideal es orientar las rejillas hacia arriba o a una pared para que el aire se distribuya de forma más suave.

Aire acondicionado vs. enfriador de aire: lo que no te dicen
Puede parecer que hacen lo mismo, pero no. Si alguna vez te has preguntado qué es mejor, un enfriador de aire o un aire acondicionado, la respuesta depende de qué necesitas exactamente.
Enfriador de aire:
- Funciona mejor en climas secos
- Usa agua para enfriar el aire
- En zonas húmedas puede generar bochorno
- Necesita estar cerca de una ventana para captar aire
- Es más económico y fácil de mover
Aire acondicionado:
- Regula temperatura y humedad
- Ideal para climas calurosos y húmedos
- Requiere instalación técnica
- Consume más energía, pero ofrece confort constante
¿Cuál elegir?
Depende del clima, el tamaño del espacio y cuánto tiempo lo vas a usar:
- ¿Solo unas semanas al año? El enfriador puede bastar.
- ¿Meses de calor? Agradecerás tener un aire acondicionado real.
Detalles que elevan el rendimiento de tu aire sin que te des cuenta
Pequeñas acciones pueden hacer que tu equipo funcione mejor, aunque no lo parezca. Y no se trata de comprar accesorios ni hacer cambios radicales. Es cuestión de hábitos.
- Apaga el aire media hora antes de salir. El lugar se mantiene fresco un rato más, y tu equipo descansa.
- Programa el apagado automático si sueles dormirte con el aire encendido. No necesitas que funcione toda la noche.
- Evita usar aparatos que generen calor, como hornos o planchas, en las horas más calurosas. Todo eso eleva la temperatura y obliga al aire a trabajar de más.
- Si tienes varias habitaciones, cierra puertas para enfriar solo el espacio que ocupas. El aire no tiene por qué escaparse.
Incluso el color de las paredes influye. Los tonos claros reflejan el calor y ayudan a que el ambiente permanezca más fresco por más tiempo. Si el techo es bajo y oscuro, el calor se concentra. Cambiar ese detalle hace la diferencia sin mover el termostato ni un grado.
¿Cuándo conviene pensar en cambiar tu aire?

Hay personas que usan el mismo aire por años sin revisar si sigue funcionando bien. Si notas que tarda más en enfriar, hace ruidos extraños o lanza olores raros, puede que haya llegado el momento de considerar un nuevo equipo.
El mercado de aires acondicionados ha evolucionado bastante. Ahora hay modelos inverter, con sensores de presencia y sistemas que se ajustan por zonas. Puede que tu modelo actual aún funcione, pero si está consumiendo más luz o tarda en alcanzar la temperatura ideal, actualizarlo podría beneficiarte a largo plazo.
Y si tienes dudas sobre qué tipo de equipo se adapta mejor a tu espacio, considera revisar las diferencias entre los modelos disponibles. Desde minisplits hasta portátiles, hay variedad de funciones que se ajustan al uso diario. La clave está en saber cómo lo vas a utilizar, no solo en cuánto cuesta.
No subestimes el impacto de una buena configuración
La mayoría de los equipos actuales tienen modos que pocos usan. El “sleep”, por ejemplo, ajusta gradualmente la temperatura durante la noche para que no despiertes con frío. El modo “fan” es útil cuando solo quieres mover el aire sin enfriarlo. Y el “dry” ayuda a reducir la humedad, perfecto si sientes que el calor es pegajoso más que intenso.
No necesitas tener el aire todo el tiempo encendido. Aprende a convivir con el clima, usa el aire como un aliado y no como la única respuesta. Muchas veces, ventilar por la mañana o cerrar bien las ventanas al mediodía puede ser suficiente para mantener un ambiente fresco.
Dale un respiro a tu hogar (y a tu bolsillo)
Elegir la temperatura ideal del aire acondicionado en verano no es una fórmula mágica, pero sí un paso clave para mantener el hogar cómodo, mejorar el rendimiento del equipo y evitar que los gastos se disparen. Todo empieza por entender cómo funciona, conocer las necesidades del espacio y adaptar los hábitos para lograr el mejor resultado.
Si estás pensando en mejorar el ambiente de tu casa o renovar tu equipo, date una vuelta por el sitio de Chedraui y descubre las alternativas que pueden hacer más llevadero el calor. Encontrar ese punto medio entre comodidad y eficiencia sí es posible.