Estás viendo opciones para renovar tu monitor y te encuentras con un dato que parece menor pero se repite en todos lados: 60 Hz, 75 Hz, 144 Hz… Tal vez nunca habías pensado en eso al elegir una pantalla, pero lo cierto es que entender qué son los Hz en un monitor es fundamental, sobre todo si pasas muchas horas frente a la computadora.
Este valor no es un adorno técnico. Tiene una función concreta: mide cuántas veces por segundo la pantalla actualiza la imagen. Cuantos más Hz tenga un monitor, verás más fluido el contenido que proyecte, desde el movimiento del cursor hasta una escena de acción en un videojuego.
Lo que pasa en tu pantalla (y no ves a simple vista)
En términos simples: los Hertz (Hz) miden la frecuencia de actualización. Ahora bien, ¿qué es la frecuencia de actualización de un monitor? También llamada “tasa de refresco”, se trata de un indicador que determina el número de veces que una pantalla se “refresca” por segundo, es decir, cuántas veces se mueve la imagen en pantalla. Esta tasa de refresco se mide en Hz y es un dato clave para saber cuánta fluidez puede mostrar una imagen en movimiento.
Por ejemplo, un monitor de 60 Hz refresca la imagen 60 veces por segundo, mientras que uno de 144 Hz lo hace 144 veces. Esto no solo mejora la fluidez, también reduce la sensación de parpadeo o desenfoque, lo que se nota mucho al jugar, ver películas o incluso al hacer scroll en una página web. En otras palabras, la frecuencia de actualización es parte esencial del confort visual.
En busca de la fluidez: ¿más o menos Hz?
Aunque es fácil suponer que “más Hz = mejor pantalla”, esto no siempre es tan directo. Lo importante es que los Hertz estén alineados con lo que haces en tu monitor. Si solo navegas, ves videos o trabajas con documentos, 60 o 75 Hz serán suficientes.
Pero si juegas en línea, editas videos o trabajas con contenido en movimiento, una tasa de refresco mayor puede mejorar notablemente tu experiencia de usuario. Los monitores de 120 Hz o 144 Hz suelen ser los más buscados para estas tareas, ya que muestran las transiciones más suaves y sin cortes visuales.
Eso sí, también influye el resto del equipo. Una tarjeta gráfica básica no puede aprovechar al 100% un monitor de 165 Hz. Por eso, antes de elegir, asegúrate de que tu computadora y tu monitor trabajen a la par.

Cuando una imagen fluida sí se siente
Aunque puede sonar técnico, la frecuencia de actualización tiene efectos que se notan todos los días. Aquí algunos ejemplos concretos:
- Videojuegos: con un monitor de alta tasa de refresco, los movimientos son más precisos. Esto es clave en juegos competitivos.
- Edición de video: las animaciones y cortes se ven más naturales, sin saltos de imagen.
- Trabajo diario: incluso al abrir ventanas o desplazar texto, la respuesta es más rápida y agradable a la vista.
Saber para qué sirven los Hz en un monitor es entender que ese número puede reducir el cansancio visual y mejorar la forma en que percibes la información. Y eso se traduce en comodidad, rendimiento y menos fatiga.
¿Cómo saber cuántos Hz necesitas?
Ahora que ya conoces lo básico, es más fácil comparar opciones. Un monitor de computadora con buena tasa de refresco no tiene que ser el más caro, sino el que responda mejor al uso que le vas a dar.
Si juegas ocasionalmente, un modelo de 75 Hz puede darte un buen equilibrio. Si eres gamer frecuente, 144 Hz es un estándar confiable. Y si solo buscas comodidad para leer, navegar o trabajar, 60 Hz es más que suficiente.
Al momento de comprar, revisa que el monitor tenga la tasa de refresco que se menciona como “nativa”, ya que algunos modelos promocionan frecuencias que solo alcanzan bajo condiciones especiales. Y por supuesto, asegúrate de que tu computadora pueda sostener ese rendimiento.
¿Dónde puedo ver cuál es la tasa de refresco nativa de un monitor?
Puedes consultar la tasa de refresco nativa de un monitor de las siguientes maneras:
- Ficha técnica del producto: Revisa la caja, el manual o la página oficial del fabricante. Ahí se indica con claridad la frecuencia nativa, expresada en hercios (Hz), como por ejemplo 60 Hz, 75 Hz, 144 Hz, etc.
- Configuración del sistema operativo:
- En Windows: Haz clic derecho en el escritorio → Configuración de pantalla → Configuración de pantalla avanzada → Propiedades del adaptador de pantalla → pestaña “Monitor”. En esta sección verás la frecuencia de actualización que se está usando y las opciones disponibles.
- En macOS: Ve al menú Apple → Preferencias del sistema → Pantallas → y selecciona la frecuencia de actualización, si el monitor y el sistema lo permiten.

Mejora tu experiencia visual entendiendo el valor de los Hz
Ese pequeño dato que muchas veces pasamos por alto en la ficha técnica puede cambiar por completo tu experiencia frente a la pantalla.
Entender qué son los Hz en un monitor te permite disfrutar de una imagen más fluida y cuidar tu vista en el uso diario. En Chedraui puedes encontrar monitores con distintas frecuencias para cada tipo de usuario, desde quienes buscan confort visual hasta quienes necesitan alto rendimiento.