Una estufa puede transformar las dinámicas de una cocina e influir directamente en tu forma de preparar platillos. Al momento de equipar un espacio tan importante como la cocina, surge una duda clave: ¿conviene una estufa eléctrica o de gas? La respuesta no es universal y depende de tus hábitos, del espacio disponible y de los servicios con los que cuentas en casa.
Hay quienes buscan rapidez y potencia, otros prefieren estabilidad y ahorro en el largo plazo. Si estás por renovar tu cocina, conocer las ventajas y diferencias de cada tecnología te ayudará a elegir de manera informada. Y lo mejor: hoy puedes encontrar todo tipo de estufas a gas y eléctricas con diferentes formatos, funciones y precios para cada tipo de hogar.
Tipo de conexión: la diferencia más sustancial entre estufas
Uno de los primeros aspectos que distingue a ambos modelos es el sistema de conexión. Mientras que las estufas eléctricas sólo requieren un enchufe adecuado, las estufas de gas necesitan una instalación de gas natural o, en su defecto, un suministro de gas licuado de petróleo.
El gas licuado de petróleo (comúnmente nombrado “gas LP”) es un sistema que permite alimentar aparatos domésticos, como estufas o calentadores, mediante gas almacenado en tanques o cilindros. Este tipo de gas se suministra en forma líquida y se vaporiza al salir del tanque, permitiendo su combustión en los quemadores.
La instalación de estufas de gas debe incluir una conexión segura desde el tanque o el suministro hasta el electrodoméstico, reguladores de presión y válvulas que aseguren un uso eficiente y seguro del gas dentro del hogar. Esta diferencia puede ser clave si vives en un departamento sin toma de gas o si prefieres evitar instalaciones adicionales. En estos casos, las eléctricas suelen adaptarse mejor, aunque es importante verificar que el enchufe tenga la capacidad adecuada para el voltaje de una estufa.
Ventajas y limitaciones según el tipo de energía
Las estufas eléctricas suelen destacar por su facilidad de uso y por ofrecer superficies modernas, como las de inducción. Estas calientan solo el recipiente y no toda la superficie, lo cual reduce la pérdida de energía. Además, hay menos riesgo de fugas o flamas abiertas.
En cambio, una de las principales ventajas de la estufa de gas es su potencia. Son ideales para hervir agua o saltear en sartén, ya que responden al instante. Además, funcionan incluso durante apagones, algo que puede ser determinante si vives en zonas con cortes frecuentes de luz.
Eso sí, el uso de gas implica un control constante de fugas y una correcta ventilación. En hogares con niños o mascotas, puede ser un punto a considerar.
Estufas mixtas: combinación de ventajas
Los modelos de estufas en Chedraui incluyen opciones para ambos tipos de energía, desde las más clásicas hasta versiones con horno eléctrico y quemadores de gas combinados. Esto permite adaptar la estufa a tus costumbres sin renunciar a la eficiencia ni al estilo de tu cocina.
Estilos, tecnología y mantenimiento: las claves para elegir bien

Hoy existen muchas formas de cocinar. Algunas personas prefieren superficies lisas con temporizador digital, otras no quieren abandonar los tradicionales quemadores de hierro fundido. Algunos aspectos que puedes evaluar según tus preferencias son:
Limpieza según tipo de superficie
Entre las principales diferencias entre estufas también está la limpieza: las de superficie vitrocerámica o inducción se limpian con mayor facilidad que las de quemadores abiertos, lo que puede influir en el mantenimiento diario de tu cocina.
Distintos gustos de cocina
Las estufas con parrillas tradicionales permiten mayor contacto con la flama y se asocian a una cocción más directa. Por otro lado, las superficies lisas, como las de inducción, ofrecen un diseño contemporáneo y son más sencillas de limpiar.
Cuidado y durabilidad
En términos de mantenimiento, las superficies eléctricas suelen requerir menos limpieza profunda. No obstante, si usas utensilios inadecuados, puedes rayarlas o reducir su rendimiento.
Costo y consumo: lo que debes tener en cuenta

Uno de los temas que más peso tiene en la decisión final es el consumo. Aquí conviene analizar el tipo de cocina que haces: si usas el horno todos los días o cocinas varias horas seguidas, el impacto en las facturas de electricidad y gas puede ser distinto. Las parrillas a gas y eléctricas, por ejemplo, tienen desempeños muy diferentes si se usan para recetas intensivas o solo para calentar.
Considera estos factores:
- El costo del gas suele ser más bajo que el de la electricidad.
- Las estufas de inducción consumen menos energía que las eléctricas tradicionales.
- Las de gas siguen funcionando durante cortes de luz.
- Las eléctricas tienen menor riesgo de fugas y mantenimiento más simple.
- El tipo de preparaciones influye directamente en el consumo.
Tu elección impacta tu cocina
No se trata solo de preparar comida, sino de hacerlo con comodidad y seguridad. Elegir entre estas dos estufas implica evaluar tu espacio, tus hábitos de cocina y el tipo de tecnología que se adapta mejor a ti.
En Chedraui puedes explorar distintas alternativas y comparar beneficios según tus prioridades. Conocer bien las ventajas, limitaciones y contextos de uso te ayudará a tomar la mejor decisión. Y si estás pensando en renovar tu cocina, esta puede ser la oportunidad perfecta para elegir entre estufa eléctrica o de gas según lo que verdaderamente necesitas.