Cuando cae la noche y finalmente apagas el celular, tu piel también pide una pausa. Una rutina de belleza nocturna bien aplicada no requiere una eternidad frente al espejo. Solo necesitas cinco minutos para limpiar, nutrir y renovar tu rostro antes de dormir, y verás lo bien que amanece tu piel al día siguiente.
Imagina terminar tu jornada y tener esos minutos reservados exclusivamente para ti. En lugar de saltarte este momento, puedes transformarlo en un breve ritual que te haga sentir bien y realmente ayude a mantener tu piel sana. Con la amplia gama de productos de cuidado facial disponibles en Chedraui, y los consejos que te ofrecemos a continuación, podrás crear una rutina hecha a tu medida.
Empezando desde cero: la limpieza facial
Antes de aplicar cualquier tratamiento, es indispensable limpiar la piel a profundidad. Este paso elimina residuos de maquillaje, sudor y contaminación acumulados durante el día. Puedes optar por una leche limpiadora, un agua micelar o un gel espumoso, según tu tipo de piel.
Asegúrate de cubrir todo el rostro, cuello y escote. Usa agua tibia y movimientos circulares para activar la circulación. Una buena limpieza nocturna prepara el terreno para los siguientes pasos.
Tonificar y equilibrar la piel antes de dormir
Tras la limpieza, aplicar un tónico facial ayuda a restablecer el pH natural de la piel. Este paso puede parecer opcional, pero en realidad optimiza los beneficios de los tratamientos posteriores. Busca uno con ingredientes calmantes como agua de rosas, manzanilla o aloe vera.
Además de refrescar, los tónicos minimizan la apariencia de los poros y mejoran la textura de la piel. Con solo unas gotas en un algodón o directamente con las manos limpias, notarás el cambio.
Hidratación con activos inteligentes

Una buena crema de noche es clave para que tu piel aproveche las horas de sueño y se regenere. Existen fórmulas con ácido hialurónico, ceramidas, retinol o vitamina C que actúan mientras descansas. Este paso es fundamental en cualquier rutina facial rápida.
Elige el tratamiento nocturno ideal según tu tipo de piel
- Seca: busca cremas con aceites naturales y pantenol.
- Grasa: opta por geles hidratantes libres de aceite.
- Madura: los tratamientos con retinol o colágeno pueden ser aliados poderosos.
- Sensible: mejor ir por texturas ligeras con ingredientes calmantes.
Cada tipo de piel tiene necesidades distintas, por eso vale la pena explorar productos que se adapten a ti.
Un extra que transforma: sueros y mascarillas
Aunque no los uses a diario, incluir estos concentrados al menos dos veces por semana potencia tu cuidado de la piel. Los sueros son concentrados de ingredientes activos que penetran más profundamente. Pueden ayudarte a tratar puntos negros, deshidratación o signos de fatiga.
Una mascarilla nocturna en gel, por otro lado, se deja actuar mientras duermes y suele tener una textura ligera que no mancha la almohada. Solo necesitas aplicar una capa fina y dejarla actuar toda la noche.
Que no falten: labios, cuello y mirada
Hay zonas del rostro que solemos olvidar y que también necesitan atención. Aplicar un bálsamo hidratante en los labios evita que se resequen durante la noche. Para el cuello y escote, puedes usar la misma crema facial o una específica para reafirmar la zona.
En cuanto al contorno de ojos, una pequeña cantidad de crema con cafeína o vitamina E ayuda a reducir la hinchazón y mejorar la apariencia de ojeras. Son pasos breves, pero con efectos visibles.

Un ritual nocturno que vale cada minuto
En Chedraui puedes encontrar cosméticos y tratamientos para cada tipo de piel y cada necesidad, con opciones económicas y marcas especializadas. Acércate a tu tienda más cercana o visita nuestra tienda en línea para armar tu kit de noche ideal. Desde limpiadores suaves hasta tratamientos avanzados, tienes todo lo que necesitas para renovar tu piel mientras descansas.
Incorporar una rutina de belleza nocturna no exige grandes sacrificios. Al contrario, son esos cinco minutos al final del día los que pueden darte una piel más saludable y luminosa. Lo importante es mantener la constancia y adaptar cada paso a tus necesidades reales. Dedica esos minutos a tu rutina nocturna como una forma de desconectar, de cuidar de ti sin apuros. Con el tiempo, tu piel lo agradecerá.